El CARTEL: UNA NOVELA PARA HOMBRES


Decir televisión es nombrar demasiadas cosas: noticieros, concursos, novelas, musicales, debates, entre otras. Ningún otro medio, ni el cine, había logrado cautivar tanto a la audiencia y poder darnos imágenes precisas de acontecimientos en vivo, esto convirtió a la televisión en algo “indispensable” para la vida. Las encuestas han demostrado que para millones de personas en el mundo la televisión es tan necesaria como la droga en un drogadicto y tan cercana como un amigo. Una de las principales características de la televisión son las telenovelas, las cuales con su melodrama atrapan al televidente día tras día. Una de esas telenovelas es El Cartel, basada en hechos “reales". Fundándose en el libro: El cartel de los sapos, los libretistas cambiaron el contenido tradicional de las telenovelas el tradicional moco, lágrima y baba, introdujeron hábitos característicos de la vida cotidiana de los colombianos. El cambio en la historia aumento la audiencia masculina, que se vio reflejada noche a noche con lo que le pasaba a los protagonistas.
El narcotráfico, la prostitución, la corrupción, son algunos de los temas tratados en transcurso de la telenovela. Este contenido es mostrado rápidamente, de manera que el televidente no tiene la posibilidad de discernir lo que ve. Para los muchos hombres esta telenovela hace parte de su cotidianidad y sólo perciben lo que les conviene de acuerdo a sus intereses. La asimilación y posterior socialización, se hace dentro del núcleo familiar, que pasa 35 minutos viendo como “el fresa” cuenta la historia de su vida; un joven que es influenciado por su mejor amigo para meterse en el mundo del narcotráfico. Las prácticas sociales integradas y un contexto cultural concreto ligado a lo cotidiano logran la identificación y el reconocimiento de los espectadores. Los televidentes de cierto modo aceptan la “realidad” que se les muestra e introducen a su vida social los nuevos conocimientos. Barthes hace referencia a esta conducta describiendo la forma como las personas cambian el contenido de un hecho, por la manera en que este se les presenta. El hecho de que una persona salga a la calle convencido de lo que se le muestra a través de los medios, da a entender lo influenciables que llegan hacer las personas, la telenovela es un ejemplo de ello. A partir de ahí el espectador siente que la tv puede ofrecerlo todo y tenderá a pedirle explicaciones de todo lo que pasa a su alrededor y cuando no las encuentra se inventa una nueva que lo complazca, también culturalmente ofrece un campo fundamental para la introducción de hábitos y valores. El cartel se nutre de la dramatización de situaciones cotidianas, lo que llena de sentido el estar sentado frente a una pantalla de televisión asimilando los mensajes. Además tienden a desentenderse de los contenidos que exigen especial concentración o demanda intelectual. El cartel es una telenovela estructurada en base a un lenguaje específico, el cual maneja de manera llamativa y apropiada el desarrollo de la historia. Este lenguaje es adaptado al vocablo diario de los espectadores cada que hay una nueva producción. Era común ver personas con el mismo estilo de ropa del protagonista, los dichos y muletillas los escuchaba en lugres tan comunes como: iglesias, parques y sobre todo en los cafés, donde es muy común que las conversaciones entre amigos fuesen interrumpidas por refranes propios de las telenovelas. Los niños son los que más utilizan estos ademanes, la mayoría de veces para alardear con sus amigos. Entra en discusión la pregunta: ¿Qué tal si con la misma intensidad como son presentadas la telenovelas fueran presentados programas de formación ciudadana o series educativas? ¿Cómo presumirían esos mismos niños? Martín Serrano se acerca un poco a las respuestas con la siguiente frase: "El funcionamiento de la televisión ofrece la seguridad emocional de que el mundo cotidiano permanece". La telenovela está dejando de ser un "entretenimiento" para amas de casa y se está transformando en un modelo a seguir tanto para mujeres como para hombres creando hábitos de poca sociabilidad entre la familia puesto que mientras estas viendo la telenovela es imposible entablar un dialogo que una a la familiar. Asimismo se ha convertido en un producto económicamente importante, por la inversión publicitaria que allí se hace, convirtiendo al espectador en un simple muñeco, no transforma la información que se le muestra sino que simplemente la retransmite tal cual.
Por:David Montoya Soto.


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