LA NUEVA CULTURA

La noción de contexto e interdependencia de los hechos sociales son fundamentales para el estudio de las culturas. En el caso particular de Cuba, el tabaco y el azúcar forman parte de la idiosincrasia de su cultura. La fabricación artesanal del tabaco contrasta con la rudeza mecánica e industrial del azúcar. Con un toque poético Fernando Ortiz redacta una serie de acontecimientos alrededor de estos dos productos.
Tanto el tabaco como el azúcar son parte esencial de la economía cubana, pero, ambas tienen sus maneras de producción. El tabaco es uno de los principales productos agrícolas no alimenticios del mundo. La planta madura mide de 1 a 3 m de altura y produce entre 10 y 20 hojas grandes. Éstas se secan, curan y utilizan para fabricar cigarrillos, puros y tabaco de pipa y de mascar. Las plantaciones de Cuba, desde siempre han destacado por su excepcional calidad. Los cigarros puros que se manufacturan allí, siguen un proceso de elaboración prácticamente artesanal. Está relacionada con el negro mulato, se dice que es veneno para el cuerpo, es misterioso; ha sido utilizado en ritos y ceremonias, símbolo de arrogancia y hombría. Lo más importante es la calidad. La caña de azúcar hace referencia a la exactitud de las maquinas; es clara, su sabor es dulce, represente amistad y pureza, Las manchas rojas y rosas que le salen a los tallos de las cañas de azúcar indican que la planta está recibiendo demasiado sol; es el momento de la recolección. Cuba es el principal productor, su cultivo requiere poco cuidado y el resultado es un producto limpio y no varía. Lo más importante es la cantidad.
El tabaco es fruto de la naturaleza, el cual se puede disfrutar inmediatamente si se quiere, el tabaco nace; el azúcar es un producto hecho por el hombre, transformando la naturaleza para su beneficio, se mezcla con otras sustancias para ser ingerido, el azúcar se hace.
En cuba los negros cultivaban el tabaco y también lo consumían para aliviar el cansancio. Con la llegada de las españoles, la isla se ve invadida de nuevos productos, entre ellos el azúcar. Hubo un intercambio de productos y de culturas.
El azúcar se fue apoderando paulatinamente de la economía cubana, pero manejada por blancos. La caña de azúcar domina grandes extensiones de tierra, por lo que se necesitan latifundios en la producción, maquinaria para su elaboración, es decir se requiere una gran inversión. Se planeó utilizar a Cuba como un gran cultivo de azúcar para exportarla y no para el consumo de sus habitantes.
Buena parte de la producción del tabaco es manual, utilizando molinos para moler y rústicos martillos. Su explotación se realiza en vegas (siempre trabajan blancos) y fue realizada por familias. En la industria azucarera se habla de colonia, donde hay componentes políticos y sociales.
A diferencia de la producción de tabaco, donde no se cultiva por periodos de trabajo sino por las estaciones que rigen el año y todos los obreros pueden realizar varias fases del proceso, los azucareros que trabajaban en los ingenios debían cumplir con una jornada precisa de trabajo. Y el resultado final era: mientras un obrero con manos delicadas podía elaborar el tabaco; el azúcar debía pasar por varias maquinas y manos para conseguir el producto final.
Teniendo diferencias marcadas, tanto el tabaco como el azúcar, influyeron a la transculturación de cuba y de Latinoamérica, que no sólo tenía su propia cultura, sino que adapto la cultura española y la transformo en una nueva cultura
Por: David Montoya


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